viernes, 28 de septiembre de 2007

ERRATAS DE FE

I Premio de Poesía "Corral de Comedias de San Andrés" (Madrid),
Éste libro es mi octavo libro publicado, está dedicado a la memoria de mi padre.
El libro está escrito en 2003, y es mi cuarto libro cronológicamente hablando, en cuanto a su escritura.
El libro será presentado en Madrid en Diciembre de 2007.

EL LIBRO DE LAS EXCUSAS

Éste es mi séptimo libro, editado por Ediciones Vitruvio, de Madrid.
Aunque corresponde al 12º libro escrito.
Fue escrito entre Perú, Montevideo y Barcelona, entre 2006 y 2007.
Obtuvo el I Premio Luys de Santamarina, 2007 de Ciudad de Cieza, y será presentado el 21 de noviembre en la Universidad de Murcia.
Este libro fue galardonado con el XI Premio Internacional de Poesía Luys Santamarina-Ciudad de Cieza, 2006 en lengua castellana, con la colaboración de la Concejalía de Cultura del Excmo. Ayuntamiento de Cieza, y la Obra Cultural de Caja Murcia, según consta en el acta del Jurado transcrita íntegramente en sus páginas.

LAS PALABRAS DE NAÚFRAGO

LAS PALABRAS DEL NAÚFRAGO

I Premio Certamen José María de los Santos (El Viso del Alcor - Sevilla, 2006

Libro editado por la Diputación de Sevilla

Es éste, mi 6º libro editado. Está escrito en el año 2005 y publicado en el 2007. Sin embargo en el orden cronológico de escritura es mi 8º libro de poesía.

LOS SUBTÍTULOS DEL CORSARIO

Este es mi 5º libro publicado, pero el que ocupa el lugar 11º, en cuanto al orden de escritura.
Obtuvo el Premio "Cidad de Órgiva (Granada), en 2006.
De él dice Dolors Alberola:
Un compendio de seis poemas donde el surrealismo de la acción derrota las fronteras del tiempo y del espacio, elevándonos a un clímax de belleza. Todo un universo le cabe al poeta entre los versos libres donde labra, acertadamente, sus sueños. Dolors Alberola

prólogo II a TRILOGÍA POÉTICA -

LA TRASCENDENCIA DEL VERBO

Simón Zavala Guzmán * El lenguaje de lo común y cotidiano - sin que esto sea una negación del mismo -; esto es, el lenguaje que sólo sirve para ponernos de acuerdo unos con otros, el lenguaje de la finalidad y de la utilidad para comprendernos, tiende a extirpar o a esquematizar cada vez más, lo que hay de imagen en las representaciones significativas que ese lenguaje produce. Todo lenguaje trasmite en su estructura esencial, imagen y concepto. En el lenguaje diario, por el trato permanente y la necesidad de entendernos, lo que importa es el núcleo conceptual fijo, que proporcione una comprensión inmediata y segura. En la poesía, el lenguaje tiene una decisiva importancia por ser la posibilidad y el camino de transmitir con veracidad no sólo un conjunto de palabras y conceptos, sino fundamentalmente, la sensibilidad, el estado de ánimo, el pensamiento y el mensaje del creador del texto poético. En la poesía lo crítico y primordial, es sentir profundamente lo que se va a escribir y vivir con intensidad en las palabras con las que se va a transferir ese sentimiento, en toda su plenitud de sentido y plasticidad, permitiendo que, inclusive, la intuición se eleve sobre la comprensión y la imagen sobre el concepto. En este puente invisible, pienso yo, se encuentra la fuerza motriz de cada texto poético en particular, y por supuesto, de cada obra poética. Además esto nos permite saber si una obra poética es o no poesía, si es que lo que leemos es mera cobertura, epidermis o cáscara; o es esencia, contenido y profundidad. La poesía se manifiesta por el lenguaje.Toda seudo poesía o falsa poesía - si es que a ésta se le puede llamar poesía - se traiciona y se pone en evidencia inmediatamente ante quien la lee, porque el rostro por más disfraz que lleve finalmente no se puede esconder. Toda poesía verdadera, siempre es, en cambio, un modo y una oportunidad hermosa de ofrecer un contenido, una interioridad, una estructura verbal enjundiosa y bien cimentada. Indudablemente que la poesía, también se nutre de otras particularidades y de determinadas figuras literarias, dentro de las que sobresale la metáfora que es el alma de la poética. Pero creo que, por sobre todo, la verdad poética y su forma de comunicarla, son dos columnas vertebrales que identifican el discurso literario para que éste tenga el vuelo lírico que lo hará trascender. Por otra parte, el acto de creación ha sido, es y será, en el ejercicio de la imaginación, una anticipación a lo desconocido. Siempre será una suerte de alumbramiento de este propósito de reinventar el futuro. Siempre será el alimento para construir muchas cosas, aún "donde no hay nada nuevo bajo el sol". Y la poesía, en tanto acto de creación y fruto de advenimiento, es un sendero para so ar y advertir lo que posteriormente tendrá que ser. En el creador hay otro mundo que también vive en su mente. Un mundo que tiene otros códigos, otros seres, otras arcillas, otra cosmovisión. El poeta descifra y desveliza esa otra realidad, concretiza las visiones y las plasma para siempre en las palabras y en el verbo que las insufla.El hecho poético como acto de creación, es y será un desgarramiento interior lúcido o un rayo de alegría cerebral que nos brota por esa vital necesidad de expresión y comunicación con los demás. Esta afirmación, que no es nueva ni original, pero que es cierta, nos invita a buscar cuál es la causa originaria de ese hecho poético. Si la poesía es comunicación lírica manifestada estéticamente a través de la escritura poética, podríamos concluir que esa comunicación es el vehículo para transmitir el hecho poético, pero no es en si, el origen del hecho poético. En el poeta hay un puente de comunicación entre la sensibilidad y el pensamiento, configurándose un contenido psíquico tal como es; es decir, un contenido que en nuestra psiquis involucra a un mismo tiempo, lo sensorial, lo conceptual y lo sentimental. Ese contenido luego se corporeiza mediante el lenguaje. La poesía extrae un estado de ánimo y un lenguaje interior, los funde y los materializa en un texto, que una vez escrito, se constituye en el testimonio propio de una profundidad interior que no quiere nacer y morirse adentro. El poeta tiene una vocación de parir advenimientos interiores, sue os y vivencias, vidas pasadas y futuras, devenires, avatares y vaticinios. El poeta tiene un don que le permite abarcar, a un mismo tiempo, la vastedad del universo en el que existimos, de los seres y las cosas que nos rodean; y el abismo intrínseco del verbo que los define líricamente. Luego recoge con fidelidad las fuerzas telúricas del mismo y del cosmos que multidimensionalmente lo sobrepasa. Y finalmente, en la última etapa de su alquimia, construye el milagro de la palabra poética. Este libro, - que he leído con deleite desde la óptica de un trabajador del mismo oficio - en el que el verbo y la palabra de Nina Reis, Roberto Bianchi y José María Pinilla, palpitan con denodada fuerza literaria, permite probar con veracidad lo que anteriormente he manifestado. La poesía de ellos es una verdad poética que no admite reparos. La poética de Nina Reis siempre es de alumbramiento. A través de su estructura creativa nos dice su verdad con una franqueza y sinceridad que estremece y, en la que, interpretando desde su yo y a su manera, nos expresa desde una voz límpida el desgarramiento tenaz del ser humano contemporáneo y nos incita a una reflexión personal y colectiva. Hay en los textos de este libro la confesión limpia de una gran mujer, de una mujer de talento y fina sensibilidad y, a quien nunca se le agota la energía para crear, para escribir, para darnos permanentemente su palabra lúcida y cerebral. Estos poemas son el espejo de su personalidad y su vida. Son el espejo de su pureza y su dulzura. Poemas bien construídos en los que una filosofía que lacera por la contundencia de sus conceptos nos inunda y nos empuja a seguir pensando que nunca debemos claudicar en lo que nos proponemos. Versos transfigurados de ternura hasta en el dolor y en el rompimiento. Versos libres de ataduras semánticas y de vocablos artificiosos. Versos donde la palabra profunda tiene siempre calor para expresarnos la fuerza de su lucha, y tiene tiempo y esperanza. Versos en los que el amor fulgura con un sol propio, el sol de su verbo de fuego puro. Palabra apasionada en ciertos pasajes, vigorosa en otros, tierna en otros, resuelta y firme en otros. Palabras en las que la vibración y tensión internas llevan el ritmo y la musicalidad que ella imprime desde sus registros líricos inimitables. Palabras demoledoras, rotundas, que responden a diferentes estados de ánimo de la autora, a diferentes momentos vitales, a circunstancias distintas, a encrucijadas, en los que siempre sale avante. Nina Reis trasciende porque su verdad poética a más de alumbramiento es deslumbramiento para todos.Roberto Bianchi, poeta de cepa y de naturaleza. Poeta auténtico con letras mayúsculas. Escribe su poesía sintiéndola, viviéndola en cada palabra. Su poética nace del desmenuzamiento de su corazón y de su memoria. Los poemas de este libros son el resultado de esas constantes. Son escritos con un lenguaje claro, que con conmovedora veracidad nos dice el origen y el sentido de los hechos y las cosas, con la más absoluta lealtad; con sinceridad y con honestidad. Con esa honestidad con que su militancia se refuerza día a día por un mundo mejor. Hay en su lenguaje, como un aliento permanente, una palabra plasmadora que sintetiza de la manera más completa posible la realidad de los sentidos, con todas sus especificidades, en un tono directo y desnudo, sin retórica, con una depuración idiomática impulsada a buscar y encontrar la receptividad del mensaje poético inmediatamente con el lector. Un lenguaje sin refinamientos virtuosistas ni estereotipadas antítesis en el que la metáfora logra fundir en unidad convincente imágenes en la cotidianidad están separadas y hasta son incompatibles. Un lenguaje en el que el sentido de las palabras no se agota en su significado conceptual y las significaciones emotivas tampoco se agotan conceptualmente. Las ideas están fundidas a un sentimiento vital y a un estado de ánimo proclive a la vibración interior y a la tensión que ésta ocasiona. Con todos estos elementos el conjunto de poemas de Roberto Bianchi que se inserta en este libro se transforma en un complejo verbal poético configurado rítmica y melódicamente y articulado sintáctica y semánticamente, como en la literatura se requiere para que una obra de esta naturaleza tenga una validez perenne. Poesía pensada, elaborada conciencialmente y tamizada por los filtros de la razón y el sentimiento. Poesía que tiene permanentemente un nivel de accesibilidad a todos por la frondosidad y el manejo del lenguaje, por las figuras literarias que sustentan los textos, por la musicalidad que sin tregua se desborda de las palabras, por la coherencia del mensaje, por la organicidad del discurso literario. Hay una diafanidad y una limpidez en cada uno de los poemas. Hay una demostración de oficio, de trabajo literario responsable consigo mismo y con los demás, y un nivel poético superior. Y no podría ser de otra manera, porque Roberto Bianchi es una cifra significativa en la poética contemporánea. José María Pinilla creador de recia contextura poética. Los poemas que entrega en este libro tienen una trayectoria definida, permanente y consistente; trayectoria que a lo mejor, para poder ubicarla en el espacio poético, en el mundo poético, es necesario enmarcarla en el plano de la interioridad del creador - José María Pinilla - y en el plano de una consciencia social que, de alguna manera, es la receptora de los textos poéticos. En el hecho de que su creación poética - la de José María - es la manifestación del ritmo vital de su existencia y la circunstancia que la rodea; y en el hecho de que su poética está inscrita también en un realismo dual: su propio realismo y la realidad de lo que lo rodea; del mundo en donde se unen y se repelen, a su vez,, su mundo real interno y su mundo real externo. Consecuentemente, la poética de José María Pinilla es descubrimiento y expresión de vida, de su vida y la vida de los demás. Así, afirma su circunstancia dentro del mundo que lo rodea por la afirmación de su ritmo vital; o la devela cuando ésta refleja cotidianamente todas las contradicciones del ser y la sociedad; o la niega, cuando esa circunstancia le niega involuntariamente su impulso vital. A través de este camino de afirmación y a veces de negación, podría decir que llega al fenómeno de la creación poética mediante la palabra, constituyendo un universo poético temporal-intemporal, porque son poemas de antes, de ahora y de ma ana. Textos de gran levadura poética, que quizás y, de acuerdo a mi criterio, no llegan de entrada. Hay que releerlos, hay que desentra arlos, hay que degustarlos, para encontrar las claves y revelaciones de su creador, y para en ellos ir descifrando las interioridades, las profundidades, los abismos de José María Pinilla. Textos de lenguaje sugestivo y, de conceptualizaciones filosóficas, que no pueden ser leídos con la rapidez de la mirada. Tienen que ser leídos con detenimiento, bajo una perspectiva de sensibilidad y análisis, para encontrar la médula de cada uno de ellos. Son poemas que no contemplan una traslación naturalista de la realidad. Trasuntan una lucha incesante y un aliento por la vida y su proyección. Hay un juego metafórico que les da fuerza y consistencia y que se advierten sin ningún acomodo a la estructura del texto. Existe una verdadera limpidez en el discurso literario.No hay necesidad de asaltar la geografía poética de José María Pinilla para atrapar su contenido lírico y la importancia de su mensaje. Todo esto vierte libremente de los poemas. Quizás, en determinados instantes poéticos, deliberadamente nos lleva a un plano metafísico para luego hacernos caer en la realidad; nos ubica en la pureza de las imágenes y nuestra propia proyección.Traza un mundo unidimensional en el que la ternura rebasa la recreación. Pero en lo fundamental debo decir que estos poemas de José María Pinilla aprehenden y recogen los acontecimientos interiores y exteriores con absoluta versatilidad. Y allí está el valor estético de este grupo de poemas de su autoría. Verso a verso, arrancándole a la imaginación y a la realidad, con serena y tibia sensibilidad, la veracidad de los hechos, de los personajes, de los días, de los lugares y de las actitudes. Y digo verso a verso, porque el lenguaje y el contenido de esta poética nos induce al análisis mesurado de la realidad que vivimos, para desde sus significados y significantes, desde su estructura literaria, desde su dimensión ética y estética y, desde la epidermis lírica de su manifestación, comprender que hay un poeta verdadero y una palabra elevada que conmueve y golpea el pensamiento al que la lee.

* poeta y ensayista ecuatoriano

prologo I a TRILOGÍA POÉTICA

MODO DE EMPLEO PARA UNA TRILOGÍA "¿Es preciso tanto ingenio para descubrir que cuando mi hacer consiste en un decir, yo hago necesariamente lo que yo digo?" se interroga Pierre Bourdieu , más allá de la irónica simpleza de la pregunta, el autor nos impone la reflexión con motivo de ese extraño fenómeno humano que es la poesía.
“La poesía –afirma Jorge Luis Borges- es el encuentro del lector con el libro", luego nuestro intento será trasmitir la experiencia de un diálogo íntimo con el escritor, porque los libros nos dan esa posibilidad, como ya escribiera el poeta español Francisco de Quevedo. El escritor alemán F. Schlegel escribió, en su Cuaderno de Poesía, que “El origen de la poesía es el juego de palabras” y así parecen entenderlo Bianchi, Pinilla y Reis transmitiéndolo a través de un libro que juega con el lenguaje, al tiempo en que lo subvierte de diversas formas y maneras. Ese juego aparentemente simple –aunque trasgresor- ya revela el oficio de poeta, porque el poeta, según lo definiera el escritor brasileño Décio Pignatari, es un “designer” del lenguaje ante todo.
En la subversión no hay un intento de destrucción del pasado como lo intentaron las vanguardias del siglo XX para finalmente, comprender que el pasado no puede destruirse. Hay un intento de “re-visitar el pasado con ironía y sin ingenuidad” en una actitud posmodernista según la interpretación de Umberto Eco en su artículo “La ironía, lo posmoderno, lo ameno”, incluido en las Apostillas a El Nombre de la Rosa. El libro pues, se presenta como re-escritura y, desde esa perspectiva, intentaremos aproximarnos a él.
Desde Jorge Luis Borges, desde Mihail Bakhtine, desde Julia Kristeva, desde Dominique Maingueneau sabemos que todo texto es una re-escritura de textos precedentes. Borges dijo que “lo que llamamos creación (...) es una mezcla de olvido y recuerdo de lo que hemos leído” , Kristeva afirmó que “todo texto es absorción y transformación de otro texto” , Maingueneau escribió que no hay discurso auto-fundado o absoluto y que todo discurso se construye a partir de discursos precedentes, ya sea como afirmación o como negación de ellos. Y mucho tiempo antes que ellos El Eclesiastés ya había dicho que los libros se multiplican sin término (Ecl., XII:12), y Roberto Bianchi en sus textos no sólo produce la re-escritura de sí mismo desde una suerte de antología donde se entrecruzan lo que fue, lo que debió haber sido y lo que provisoriamente es, plasmado en papel y tinta, sino que avanza un paso más y escribe a partir de uno o varios versos ¿ajenos?... Si aceptamos la antigua sentencia según la que el poema no se agota en lo que enuncia, sino en la realidad que desencadena, Bianchi recoge el desafío propuesto desde otro poema y desarrolla un nuevo universo estético. Nina Reis por su parte nos propone desde Migas sueltas, el ejercicio de la poesía como el acto de Morder la lengua y escupir la palabra ese demonio aprisionado entre la saliva y la memoria. Esos retos, sin embargo, pueden ser leídos –en una apelación a una estrategia biografista de decodificación- como las angustias propias de un yo enunciador que atraviesa la vida mirándola a los ojos en una actitud en la que, en apretada síntesis, pueden resumirse varios tópicos sobre los que ha girado la literatura sagrada y profana de todos los tiempos: la angustia del propio destino, la vida como ilusión, la irreversibilidad del tiempo y la muerte como destino único. La angustia y el destierro de la poesía El libro leído desde Pinilla se vale de un procedimiento introducido por la poesía moderna a fines del siglo XIX, que consistió en la inclusión de la reflexión sobre el oficio del poeta y el acto de poetizar dentro de la propia escritura poética, para expresar la angustia del destino elegido. Este trazo metalingüístico es bien patente en el poema Explicar lo inexplicable. Con un paratexto de Alejandra Pizarnik, el poeta demanda, interroga y exige la confirmación sobre la existencia del mundo, de ese mundo que percibe a través de la premonición que padece acerca de su destino último. ¿No lo ves? ¿No ves cómo huelen los colores? El color de la pena y del miedo. Sí, ese miedo al miedo; a la muerte, a la ausencia, a la muerte del amor. ¿Acaso el amor no es muerte, ni la muerte amor? La angustia por su destino de poeta puede resumirse en los versos de PO CHU YI “Y hago versos Y así pierdo la vida Desterrado en Sun Yan” Existe aquí una evidente conexión intertextual con el poema “El Remordimiento" de Jorge Luis Borges, en el cual el poeta afirma“ de los pecados / que un hombre puede cometer. He cometido el peor. No he sido / feliz” y la causa de esa infelicidad la atribuye a su destino y oficio de poeta: “Mi mente / Se aplicó a las simétricas porfías del arte, que entreteje naderías” (OC, vol 3, p. 143), naderías similares a la aludida por Pinilla en Egoísmo se escribe con hache. A veces, por carencia, el llanto que no existe, los puñados de muecas distantes, y las pocas palabras, colecciono el color acariciado de la ausencia. La pena me impide saber si egoísmo se escribe con hache La vida como ilusión En los poemas: Límite ,de Pinilla, Golpear la puerta, de Reis o Algo nos llama hacia la tierra, de Bianchi , entre otros, se recurre a un viejo tópico de origen hindú claramente explicado en un antiguo texto, que contiene las enseñanzas del sabio Vasishta al príncipe Rama, de esta manera: “Debes saber que el mundo, aunque parezca sustancial, nada tiene de sustancial; es un vacío, una mera apariencia creada por las imágenes y los caprichos de la mente. El mundo es un escenario encantado presentado por la magia ..." Más allá de que la imagen del límite o de la frontera entre lo inasible y lo aprehensible, los poemas se refieren al mundo, en estrecha conexión con el cuerpo del poeta también entendido como una frontera ligada a la muerte, según se expresa en el poema de Raúl Gómez Jattim (p. 35), cuyos primeros versos dicen: “En este cuerpo / En el cual la vida / ya anochece / Vivo yo”. Se trata de la re-escritura de la idea del cuerpo como un sepulcro de la cual nos habla Filoleo, el filósofo pitagórico del siglo V a.C., quien reveló que “Los antiguos teólogos y sacerdotes declararon que el alma está unida al cuerpo por cierto castigo y que está encerrada en este cuerpo como un sepulcro”. Y en este no-lugar que es el mundo sufrimos “Porque el mundo está construido de tal modo que si quieres gozar de sus placeres, debes sufrir también sus dolores”, según Brahmananda, el discípulo del santo hindú bengalí Ramakrishna. Pinilla, Reis y Bianchi lo expresan de esta forma: “Vivir para ver, Las ideas proponen palabras, en el inapelable designio del mensaje; pronunciarlas es ya otra cosa. Vivir para ver, o al menos intentarlo" (“Andrógeno y estrógeno” Pinilla) *** "Si nos acostumbramos a los eclipses miraremos al cielo sin miedo veremos como se va velando como avanza la sombra demoledora" ("Eclipses" Bianchi) *** "Poeta te he encontrado más allá del dolor de ser poema soy angustia de ruedas y noches" (Reis) La conciencia de lo ilusorio no inhibe, sin embargo, el deseo de alcanzar el triunfo, aun cuando lo sea en un mundo de ilusión, triunfo que se hace más fuerte en el discurso que desde lo femenino produce Reis: "Si me ahogo no importa te he concebido poema te doy las gracias" manifestado en la metáfora de la mujer como productora de vida y es la encarnación del poder divino. La irreversibilidad del tiempo El tópico de la irreversibilidad del tiempo tiene ejemplos inmejorables en versos como , “Nadie detiene el recuerdo tropiezo de la fragilidad embrujo del pasado a veces nos olvida en sus trampas” (Reis), *** "cuerpo que te habito inexorable aunque me vista con jirones de luna siento un rumor de espera velando mi entrecejo" (Bianchi) *** "Irremediablemente, la arena nunca vuelve al edificio destruido. Las sandalias, dejadlo por sentado, conocen el secreto de lo austero" (Pinilla) además de la reiterada referencia al paso del tiempo y a lo transitorio de toda forma del ser se conectan, en la poesía de lengua española, con los conocidos versos de Antonio Machado: “Todo pasa y todo queda / Pero lo nuestro es pasar”, cuya matriz filosófica se encuentra en el río de Heráclito. La muerte como destino único El tópico de la muerte como destino único es frecuente en los libros sagrados y profanos de la humanidad. En la literatura de habla inglesa, por ejemplo, leemos en Macbeth (V, v 19), de Shakespeare: “El mañana, el mañana y el mañana avanzan en pequeños pasos de día en día , hasta la última sílaba del tiempo recordado; y todos nuestros ayeres han alumbrado a los locos el camino hacia el polvo de la muerte”. Pero su referente más célebre lo encontramos en la literatura de habla española, en las “Coplas por la muerte de su padre”, de Jorge Manrique, apareciendo ya resumido en los versos iniciales de las mismas: “Nuestras vidas son los ríos que van a dar a la mar que es el morir”. En este volumen se aborda desde la imagen del "eclipse" y del "olvido-recuerdo" “Por eso el alma y la palabra no confunden el camino, se seducen en la senda de lo ambiguo y contonenan sus espaldas hasta el prisma del eclipse” (Pinilla) *** "seguro me habré ido pero alguien convocará mis vocales levantará en una copa de aguardiente mi memoria y volveré a inscribirme Es larga la paciente voluntad de mis huesos" (Bianchi) Finalmente debo recordar el pensamiento de la sabiduría sufí -tan anterior a estos tiempos de consumos y globalizaciones- lo esencial lo hemos relegado por lo inmediato. Lo que realmente importa queda arrinconado entre las cosas que nos quedan por hacer y que nunca haremos. Y cuando el alma se ahoga y grita, desgarrada y enferma, busca la luz, se aleja del vacío y camina hacia la poesía única cura y única puerta hacia un tiempo de bendiciones y amaneceres. Los textos del presente volumen trascienden la re-escritura incorporándola sin negaciones, ni rechazos, e invitándonos a traspasar el esqueleto que refleja el espejo de la ilusión, para ingresar en una galaxia de universos nuevos e inexplorados. Montevideo, enero 2005 Lic. Alejandrina da Luz

TERRAZA DE VERANO

bajo la trilogía poética "Celada sobre encaje de guipur", se publica íntegro mi libro:

"TERRAZA DE VERANO"

Éste es el que puedo considerar mi tercer libro editado, pero 5º en el orden de la escritura. Se escribió en 2004 y se edita en 2005.

En este libro, etablezco a modo de iniciación, lo que considero son mis bases sobrte la poesía, y que a continuaciópn expongo:

LA POESÍA Y SUS EFECTOS SECUNDARIOS Palabras, símbolos, metáforas... todo a cauce hasta el ritmo del poema. La Poesía no se hace con ideas, sino con palabras, como ya escribiera Hierro a Degas, con la anuencia de Mallarmé. La eterna quimera de la idea o cómo entender el mensaje del poema que nos deja un sabor a lágrimas sin respuesta. No es que no exista la idea. La idea toma otro sentido, otra forma... He aquí que forma y contenido, significante y significado nos conducen hasta el verso de la noche: el verso de los dioses, que repitiera Valèry desde el simbolismo, cuando todo duerme y la palabra se hace instrumento del poema y para el poema. Ya, antes de que captemos el sentido, la palabra cautiva, enamora, penetra... se hace dueña del castillo, te rompe por dentro y te destroza; te seduce, te hace ambiguo e incluso, te deshonra. Poesía es nombrar las cosas de manera diferente: cambiar el árbol por el monte y la gaviota por la arena. Cantar lo irrepetible, e imposible o más bien inalcanzable. Por eso siempre sentimos la necesidad de descifrar el poema, rebuscando en ella la presencia de un contenido objetivo, y he aquí el error, la lectura poética debe ser subjetiva: antes que las palabras, nos pueblan sentimientos, y esos, son todos alma y camino incierto. Lo contrario sería una lectura científica, estructural, prosaica. El poema es una creación, nunca una reproducción fotográfica y como tal no se atiene a más reglas que a sí mismo. El verdadero poema no es fiel a otra realidad lingüística que la rotura del lenguaje por la metáfora, hasta la cadencia... llegando, incluso, a la destrucción del propio lenguaje y a la negación gramatical de las frases que intervienen. El verdadero poema puede carecer de sentido, y nada sería, sin ese riesgo. Como un golpe de dados o un corte de baraja que, a mitad de trayecto, pronuncia una palabra nunca escrita. Ese jamás, esa idiosincrasia con el tiempo y el espacio, que nos vulnera y nos hace invulnerables por momentos, hasta el límite universal del verso. José María Pinilla

EL PENSAMIENTO NUNCA HABITA AUSENCIAS

EL PENSAMIENTO NUNCA HABITA AUSENCIAS Prólogo para "Umbral de tolerancia" de José María Pinilla
"Será que el pensamiento nunca habita ausencias";dice el autor en "Como pájaros" y es esta frase un resumen de este "Umbral de tolerancia".
Esa permanente tozudez del pensamiento indaga en todo el libro los sentidos:"la densidad de la palabra"; "la locura del silencio".
Y eso es, José María Pinilla; un constante buscador de la expresión escrita. En él cada palabra es un signo, un símbolo, que dice mucho más: "somos el espejo opaco que ignora la fatiga de la casa hueca...el reloj cansado de hacer tiempo..."
Hay un pensamiento viril, osado, estimulate, sin contemplaciones ni flaquezas en la interpretación de la realidad tal como es: "no hay unidad de medida para el llanto...Todo tiene su límite menos los pájaros y el aire, menos las nubes, ni tan sólo la aurora se mide y piensa."
En el poeta convergen ideas, ideas que representan realidades, pero en la poesía no son realidades, son metáforas de la imaginación. Y cuando digo imaginación, no debe tomarse lo imaginario como equivalente a falso.
Detrás de lo imaginario hay algo real, algo de "su" misma realidad; la fantasía existe y es real. Es ese situarse, con la poesía, más allá de la realidad; una liberación de un presente demasiado real y demasiado opresor.
Es el principio de una libertad en el tiempo; complacencia en lo posible que pudo haber sido, que puede llegar a ser: "Y no se contradicen las palabras, aunque a veces cueste comprenderlas. Yo mismo, en ocasiones, visto de oleaje glacial, para ba ar el mármol de pálidas preguntas sin respuesta..."
¡Cuántas veces se desgarra el poeta en su poesía y sobre él cae la palabra, esa con que intentó captar la irreal realidad de esta vida ! .
Hay una expresión artística en la poesía que quien la diga deberá hacer que aquel que lea o escuche, entre en los elementos empleados por el poeta, logren la música que sugiera la verdad del alma humana. Pinilla logra dibujar vigorosamente las líneas del sentido y del sentimiento. La armonía esencial de verdad y de música es lo que da a estos poemas su mágica sugestión.
¡Cuánto suda el alma para encontrar una expresión! Una expresión es a veces toda el alma, toda la vida, un viaje al través de todos los dolores, de todas las embriagueces, de todos los círculos de la filosofía, de todos los universos de la conciencia.
Esto es lo que demuestra José María Pinilla en "Umbral de tolerancia": "De cada una de mis dudas extraigo poemas incompletos...Y a pesar, a pesar de todos los dolores llega siempre la palabra justa..."
Y es justa cada una de las palabras con que el poeta ha ido sembrando este umbral de tolerancia, una siembra de las semillas de la vida, propia o ajena, donde "en tablas de memoria se tienden las palabras a masticar sudores, escarnios, sobresaltos..." y con esas palabras "que se clavan en mis manos como alforjas" nos da su mensaje, aquel del que hablábamos al principio: en el pensamiento de José María Pinilla nunca habita la ausencia.
Pedro Recciutti Denucci

Umbral de Tolerancia

ÉSTE ES MI TERCER LIBRO, en el orden cronológico de escritura. Está escrito en el año 2003, aunque no ha sido publicado hasta el 2006.

Obtuvo el Premio "Carta Puebla" 2006, Accésit, en Miguelturra - Ciudad Real, y fue editado por Ediciones Atenas el mismo año.

De él dice Jorge Meretta, quien ha sido 8 veces PREMIO NACIONAL DE POESÍA, en Uruguay:

José María Pinilla parte de la transparencia pura de su hombría hasta recalar en las arenas movedizas de la palabra. Allí comienza la aventura hacia el asombro de esa terrible inocencia que impone toda poesía. Su discurso apuesta a la difícil sencillez —lejos de toda simpleza— para llegar a una hipótesis del mundo y desarrollarla en un proyecto creativo de selección sin caer en la seducción de vanguardias y bretes epistemológicos de turno.

A veces arriesga perderse en las trampas con las que nos acecha la intertextualización pero sale airoso transitando con serena madurez. Jorge Meretta —Uruguay—

UMBRAL DE TOLERANCIA por Prof. Dr. Julio Piñones Lizama

UMBRAL DE TOLERANCIA, DE JOSÉ MARÍA PINILLA "Accésit" Premio "Carta Puebla", de Poesía, Barcelona, 2006 Prof. Dr. Julio Piñones Lizama Académico de la Universidad de La Serena CHILE En la poesía de este libro, es posible percibir una especial clase de relativismo, remitiendo el uso de este último término a las acepciones que la contemporaneidad le consigna a la literatura de hoy. Se trata de modos expresivos abarcadores de lo humano y, dentro de esta categoría, de una sensibilidad subjetiva que manifiesta su acontecer por medio de situaciones bien configuradas en el plano de sus concreciones textuales.
El primer poema de la obra: Parece que era ayer, (Pinilla, 15), tiende el velo simbólico del título: "Umbral..." (Pinilla, 15).
Así, lo que se anuncia en la denominación del poemario, instala las huellas virtuales de una temporalidad desplegándose en un proceso de re-generación textual. La ambigüedad literaria genera bifurcaciones expresivas que llegan al lector en las alas de una palabra poética despojada de artificios. Los bemoles de los enunciados líricos contribuyen a producir efectos de sentido muy próximos al lector que asume su experiencia de lectura del texto. Los dísticos iniciales remiten a las siguientes autorreferencialidades con propuestas que dosifican la fantasía en la oposición y convulsiones del discurso lírico: "Fui padre de la nada, esposo de sirenas y amante atropellado entre dos causas disueltas."
No se expone nada categórico, porque la poesía es desplazamiento, indefinición, diversidad de orientaciones. En estos versos, cada postulación lingüística surca un sistema expresivo que trasunto lo íntimo, y, a la vez, las indecisiones de una andadura escritural que se constituye en proyección de miradas retrospectivas que sobrevuelan vivencias lejanas, actualizándolas, así:
"Las tardes seguidas de la infancia perfeccionan mi recuerdo en silueta, los juegos que no juego, los espacios y las nubes de madera, entre rezos continuos, como un río en flor, la densidad de la palabra, la locura del silencio." En el plano semántico del texto, los núcleos existenciales surgen de la fluidez de un pasado que es situado en el presente del emisor. Aquí, la propensión auto - destructiva del sujeto de la enunciación se transforma en acontecer simultáneo y permanente; en los términos del hablante, en "suicidio colectivo". En la penúltima estrofa del poema, cambia el contacto inmediato del discurso, dándose paso a puntos de vista panorámicos y reflexivos sobre la temporalidad. Tal momento prepara la instancia final del poema, la que reivindica la vocación vital del emisor textual. Este cierre cumple con arte la función conclusiva que la enunciación le consigna, en la voz del actante poético:
"Y aquí sigo dispuesto a comerme los días venideros."
Con estas letras, saludamos la aparición de este buen libro de poemas, sabiendo lo que implica escribir poesía, editarla, distribuirla: darla a conocer a lectores lejanos. Que esta búsqueda persista en la comunidad literaria, los encuentros sostienen la vida poética: esto significa que estamos menos solos en el universo.

jueves, 27 de septiembre de 2007

ÉSTE ES MI SEGUNDO LIBRO. Se edita en diciembre de 2003, en Barcelona.
Prólogo AURORA VIVA Lina Zerón Como un espacio abierto al mundo, la poesía representa un territorio hecho de palabras, ritmos e imágenes que se manifiestan ardientemente a través de impulsos y vértigos. Muerte y resurrección de, energía vital que irrumpe para asomar al orbe, para fijarse en un espacio, en una dimensión justa, exacta. Por eso el tono, por eso el título del poemario de José Pinilla: Renacer. El volumen inicia con un poema denominado Ave fénix” y que como tal pretende renacer de las cenizas. Formalmente hablando, tres instancias conforman el poemario: “Orto”, “Cenit” y”Ocaso”. Tres maneras para expresar, y modificar, la relación del poeta con el mundo circundante, con el mundo interior, que se establece en ese transgredir y jugar con las palabras. José Pinilla sabe de antemano que su obra será, como el fruto, un amanecer con rostro, porque la palabra también puede ser una pintura del mundo, aunque en poesía el ritmo fija la emoción y la determina, puesto que el verso es más bien un complejo acto conceptual no el simple y directo contemplar de los objetos físicos. La acentuación, la cadencia, se consolida a través de la sonoridad, puesto que la palabra poética contiene un matiz emocional. Por eso adquiere relevancia, por eso alcanza ese entorno casi mágico, polisémico. Desgarraduras, pinceladas. Raigones luminosos que abren dimensiones, postulan enigmas, señales y vivencias. El sentimiento suspendido como escalones roncos de las sombras en la espuma del destino. Imágenes precisas, fecundas. Afectividad debatiéndose entre la libertad de ser y la aspiración de trascender. Dolor, placer, desamor. Todo sentimiento está más allá del lenguaje, del orden estético, incluso retórico. Renacer es la expresión de un ser humano. Y por lo mismo revela, traduce la expresión esencial de la vida. Lo que sigue es el Silencio. La diversidad de temas que aborda, los diferentes recursos que utiliza, incluyendo el soneto, destacan la conciencia lírica del autor. Así, José Pinilla se abre al universo de cosas que circundan a la vieja contraseña de la rutina, a la aurora plena, viva, con más agua que sueños. Por eso Renacer constituye el alba vivificada por la solidez de la palabra, del aire en el espejo. El sentimiento de afirmación prevalece a lo largo de estas páginas, sin olvidar la conmoción sensitiva. Tlanepantla, Estado de México., agosto de 2003.

"RENACER", de José María Pinilla, visto por Pedro Recciutti

PRESENTACIÓN DE LIBRO "RENACER", de José María Pinilla, visto por Pedro Recciutti (Montevideo - Uruguay) La poesía es un misterio. El misterio de sacar el alma hacia el exterior. En ella el poeta puede verse en el espejo de la vida que lleva escondida en lo más profundo de su ser. El espejo que refleja, más que imágenes, sentimientos. El poeta ensimismado en su interior busca por medio de ella establecer una comunicación con sus iguales; es decir con quienes sienten una misma realidad que otros no logran comprender. La búsqueda permanente de encontrarse con uno mismo y encontrarse en los demás. El espacio en el cual somos, entendiendo este espacio como un imaginario lugar en que no necesitamos del cuerpo para definir una limitación, prescindimos de la materia. El cuerpo está en el mundo, es un fragmento del espacio vivo y real que todos vislumbramos; el alma juega en ese otro espacio no medible, infinitamente grande o peque o, acaso un espacio imaginario, donde lo imaginario no es enteramente falso, hay algo real que trasmite a su construcción, algo de la propia realidad. La poesía es ese misterio de la imaginaría y la realidad, Y en ese misterio de «el grito inédito del aire en el espejo»;del «calor prestado de un beso nunca escrito» ;en ese misterio se maneja José María Pinilla, en su nuevo libro "Renacer". Coqueteando con los fantasmas de las cosas que son y que no son; dejando que la palabra y el verso sean los protagonistas; muchas veces «las palabras que se escriben sin letras», esas que «miran desnudas hacía el umbral llamando a la puerta desierta»; o «la palabra prohibida de sílabas rotas que se quiebran» .La palabra no es en Pinilla, sólo la herramienta, la palabra es todo. «¿Con mis ganas de abrazar a las palabras y esconderme entre la cueva de tus dientes entreabiertos?» Y esa palabra, más que palabra, para Pinilla, sigue siendo amor. El amor que no se oculta en todo, el libro; que es el deseo del renacer: : «Renacer, y amar, amar amando, para que lluevan auroras vivas sobre el cielo denso, sobre el cielo abierto de la libertad, donde el Ave Fénix gesticula su impulso nuevo». «Y apareces tú, detrás de la palabra, vestida de blanco, con el perfume que da la libertad, amante, amada, en el borde dulce del miedo ausente, juntando las partículas de un ma ana en busca del después». Aquí se resume todo el concepto del libro: renacer pisando el techo de lo pasado para construir un ma ana nuevo; el nuevo impulso que gesticula el Ave Fénix. La diversidad de ternas abordados como dice Lina Zenón en el prólogo, no es más que el juego de la memoria sobre la que se proyecta este renacer ;ese renacer, al que promete y reclama, al final del libro: «No volveré a sembrar jardines con mi historia, ni a diseñar caminos imposibles que me arrastran... » ; «Yo te reclamo ese canto de mis dedos. ..» ; «Antes de que cierre mi mano entre puños cóncavos de rabia, yo te convoco, te reclamo y te condeno, mientras clavo siete estacas en tu entraña». Me he encontrado en "Renacer", un Pinilla que viene demostrando maduración en lo conceptual así como en la forma expresiva ; sin perder, su veta romántica hay un realismo mágico que juega permanentemente con la significación de la palabra que va más allá de la palabra misma, que es en definitiva, el juego de la poesía.

En tránsito de José María Pinilla, una visión de Pedro Recciutti

En tránsito de José María Pinilla, una visión de Pedro Recciutti
Lo dice Sergio Rabadá en el prólogo: "Las palabras derraman emociones, las hace mías, las frases desgranan imágenes que se dibujan en mis ojos y me permiten aceptar sus versos como propios..." Propios no sólo de Rabadá, sino de cada uno que leemos la poesía de José María Pinilla.
Te escribo amor, para leerte, me desnudo para vestirme de ti, te acurruco para que no duermas, cierra los ojos, que te estoy mirando.
Y en otro de los poemas de este libro dice:
Eres como vino de crianza, color de picota cereza de cepa alta, hueles a natas de frutos maduros y especias sobre fondo de madera y en mi boca eres carnosa, sedosa y trasmites redondez, persistes y yo te bebo entera.
En este romántico, a no dudar que es un romántico, recordamos a Gustavo Adolfo Bécquer cuando definía la poesía, en sus cartas literarias a una rnujer: "Todo el mundo siente. Sólo a algunos seres les es dado como un tesoro, la memoria viva de lo que han sentido. Yo creo que esos son los poetas."
Pinilla es un hombre que siente y todo aquello que siente lo va desgranando en palabras; "palabras que duelen, que abrazan..." ;sólo un poeta puede decir: "Perdón si cuando quiero viajar a tu cuerpo no proyecto ni el camino". En éste tránsito, sin proyectar el camino él ha viajado a todo, el cuerpo de la amada. Su lenguaje sensual por momentos se convierte en sexual ,sin traspasar el límite, ese imperceptible límite en que la palabra pierde su postura y se convierte acaso en pornográfica. Mas él ha aprendido, y nos lo dice, "a estrangular el lenguaie, a conjugar los verbos." Sabe que "escribir, es pisar el musgo del recuerdo. La caricia contra el muslo de la frase, fantasía sexual de su deseo".
El sabe de la fuerza de la palabra ,es la herramienta que conoce tan bien, que se atreve a esa aseveración casi mesiánica: "A veces las palabras embarazar más que el semen".
Nos dirá en "EL LENGUAJE DE LOS CUERPOS"
Acariciarte
es la forma que tengo
de expresar mi amor y mi deseo.
Acariciarte
es encender tu pasión,
peinar olas contra el acantilado, hablarle a tu cuerpo.
Que mis dedos —ese tren de largo recorrido— se deslicen
desde el punto de partida
hasta las venas del tiempo,
desde la cabeza hasta tus pies.
Soy una araña en tu cuerpo,
una víbora en tu boca, cuando
deslizo mis dedos por tu espalda,
tan suavemente...
que hasta el aire mata.
Esa porción de vino
que separa mis yemas
de la cara interior de tus muslos,
sin direcciones prohibidas,
la que duerme en tu vientre, la que habita tu vello púbico.
¿Sabes lo que amo de ti?
tu silencio cuando hablas.
Maneja con maestría el lenguaje de los cuerpos y el silencio que va mucho más allá del lenguaje, porque "el silencio tiene alas" y recorre el cuerpo de la amada: "tu lengua me recuerda el silencio de los pájaros que empapan la ma ana" - "Es mi mano entre tus manos, es mi tacto entre tu tacto, es tu cuerpo, metamorfosis del silencio". Hay además una dualidad que por momentos puede confundirnos y hacernos pensar que la amada es la poesía y volvemos a Bécquer: "poesía eres tú"; también en Pinilla hay algo de esto. Juega, consciente o inconscientemente, con las formas de cuerpo y poesía, volviéndolas todo una: A veces la mano se abandona sobre el pecho que duerme y nace de tus senos, ese punto y esa coma, sobre mi boca impotente, sobre mi sue o dormido, sobre tu vientre.
Aspiro a vestir mi verso de calle en un jardín sin escotes donde crezca la locura que me activa, mientras el vientre de mi encía se desangra pronunciando tu nombre.
Podemos decir, refiriéndonos, a José María Pinilla; hay una melancólica aspiración del alma, que se traduce al lenguaje de los hombres por medio de sus más suaves armonías del sentimiento, el único sentimiento eterno, el amor. El amor es el manantial perenne de toda poesía y en ese manantial José María Pinilla bebe su existencia. PEDRO RECCIUTTI, Montevideo (Uruguay)

EN TRÁNSITO

ESTE ES MI PRIMER LIBRO, publicado en 2002. PRÓLOGO "A veces las palabras embarazan más que el semen" José María Pinilla Un amigo me dijo una vez: "Conozco dos formas de poesía, aquella que refleja al autor y sus sentimientos, y aquella que nos contiene a todos". Al leer este «Tránsito», este camino y a la vez descanso que José María Pinilla nos propone, no puedo menos que sentirme interpretado por su pulso de poeta. Las palabras derraman emociones, las hace mías, las frases desgranan imágenes que se dibujan en mis ojos y me permiten aceptar sus versos como propios, dejándome adoptar por sus estrofas me hago hijo de su poesía. Transcurrimos deliberadamente, cómplices de José María, por cada sílaba y por cada paso de este camino común y mágico que es su voz trasladada a mi garganta. "Me falta la palabra, ... pregúntale al poema!" Exclama José, y yo con él, porqué ¿Cómo definir su obra? ¿Cómo contenerla en una sola palabra?. Definir, sería ponerle horizonte a una obra que es infinita por derecho, reneguemos entonces, de definiciones. Dejarse llevar por las metáforas, intentar discernir cada paradoja propuesta, darse cuenta que hablando de él, habla de nosotros, es descubrir su magia de poeta... Ya que al interpretarnos, interpretándose, José María Pinilla nos dice: "Aquí estoy, de nuevo renovado, con el cuerpo desnudo como un perro, ladrando... ganando en el cielo tu figura, cobijado entre el halo de tu pecho, hasta alcanzar el poema." Y no podemos menos que darle la razón a quien no sólo ha alcanzado el poema, sino que también nuestras almas, dejando en ella la indeleble firma de su obra. Sergio G. Rabadá (Periodista y escritor argentino)

Bibliografía breve

José María Pinilla, (Barcelona, España). Poeta, Editor y antologuista. Publicaciones más relevantes:
  • En Tránsito Ediciones Atenas (2002);
  • Renacer Ediciones Atenas (2003);
  • Terraza de Verano, Ediciones Atenas (2004);
  • Umbral de Tolerancia, Ediciones Atenas (2006),
  • Los Subtítulos del Corsario, Ediciones Atenas (2007),
  • Las palabras del náufrago, Diputación provincial de Sevilla, (2007);
  • El libro de las excusas: Ediciones Vitrubio, 2007,
  • Erratas de Fe, Corral de Comedias de San Andrés (2007)

Presencia en Antologías:

  • Antología poética “El Cerro de los Versos”, encuentro de 22 poetas y pintores de “Rincón literario” en la Casa del Cerro de la Fuente. Ediciones Atenas 2004.
  • Trilogía Poética —celada sobre encaje de guipur— (Nina Reis (Brasil), Roberto Bianchi(Uruguay) y José María Pinilla (España)), Ediciones Atenas 2005.
  • Poetas De Las Dos Orillas, 2007, Ediciones Botella al Mar, Uruguay-Argentina.
  • “Círculo de Poesía”,
  • “Letras de Babel”,
  • “Letras del desamor”
  • “Primeros Juegos Florales del siglo XXI Intendencia de Montevideo, (Uruguay-Brasil).
  • ”Los ángeles también cantan” (Perú).
  • “Versos diversos”, Ediciones Atenas, 2007. Antología poética del “Grupo Laie, Barcelona”

PREMIOS LITERARIOS:

  • XVII Premio de Poesía “Villa de Aranda” (Burgos), por Caminos Invertebrados,
  • Primer Premio “III Certamen Paralelo Sur de Poesía, 2007”(Barcelona), por “El idioma de las desapariciones”,
  • Primer Premio “II Concurso de Poesía en el Corral” 2007, Tres Cantos (Madrid), por “Erratas de Fe”,
  • Primer premio “XII Premio de Poesía Luys Santa Marina” 2007, Ciudad de Cieza (Murcia), por “El libro de las excusas”;
  • Primer premio XVII Certamen de Poesía “José María de los Santos”, 2006, El Viso de Alcor, Diputación de Sevilla, por “Las palabras del náufrago”.
  • Primer Premio IX Certamen de Poesía Ciudad de Órgiva, 2006, Premio “José Rodríguez Dumont”, por “Los Subtítulos del Corsario” y mención especial en el II certamen de Poesía Villa de Ingenio, 2006.
  • «Accésit», XXVIII Certamen “Carta Puebla”, de Poesía 2006, Miguelturra (Ciudad Real), por “Umbral de Tolerancia”.
  • Primer Premio “VI Certamen literario Benferri (Alicante), 2006”, por “Todo mi sacrificio es la palabra”.
  • «Accésit» V Certamen Literario Premio Taramela. Poesía, 2008, por AGUAPLANNING,
  • «Accésit» IX Certamen ARTÍfice de Poesía 2008, por “Los dominios de la luz”.
  • Distinción y mención especial en III Concurso Literario de Poesía “Alfonsina Storni” (Buenos Aires- Argentina), 2008, por “Asesinado por el cielo”.
  • Premio único Concurso Internacional de Poesía “De las Dos Orillas”, Montevideo, Uruguay, 2007, por “Memorial del Vino”.
  • Distinción “Salomé Ureña de Henríquez”, 2007, otorgada por la Embajada de la República Dominicana en Uruguay, en reconocimiento a su trayectoria e invalorable aporte a las letras.
  • Medalla de oro y miembro de honor de CADELPO, 2006 (Lima – Perú), por sus méritos literarios y de unión entre los pueblos hispánicos.
  • Su Poesía ha sido valorada en el X Certamen de Poesía Ciudad de Torrevieja, 2006, por “Palabra de pájaro”,
  • en el XXVI Premio Esquío de Poesía, 2006, por “Caminos Invertebrados”,
  • en el I Premio Internacional de Poesía Hipalage, 2006, por “De libre disposición”,
  • en el XI Premio de Poesía Nicolás del Hierro 2007, por “Fragmentos de lo aciago” Finalista del X y XII Certamen de Poesía María del Villar; del XVII Certamen de Poesía Rosalía de Castro; del XX Certamen de Poesía “Manuel Chamorro”; del IV PREMIO NACIONAL DE POESÍA “CIEGA DE MANZANARES”, del IX Certamen de Poesía “Andrés García Madrid”; del IV Certamen Literario El Verbo Azul. Ha publicado trabajos en revistas especializadas del sector, como “Paralelo Sur” (Barcelona),“Alora- La bien cercada-(Málaga)“, “Olandina” (Perú), “Gajos de Naranja (Uruguay; Cuadernillos de Alcorcón (Madrid)). Seleccionado por “Discurso Ético”, en los I Juegos Florales del siglo XXI del Cabildo e Intendencia de Montevideo. Co-Administra la Comunidad de Poetas “Encuentro Internacional de Poesía Virtual ”, apoya y canaliza el proyecto itinerante “libros sin tapas”, dirige Ediciones Atenas, y es Presidente de la delegación española del movimiento literario internacional “La Casa del Poeta Peruano”. Co-fundador del Grupo Poético Laie, y creador de la revista mensual “Grupo Poético Laie”, de Barcelona.

Brevemente

José María Pinilla, (Barcelona, España). Poeta y Editor Publicaciones más relevantes: En Tránsito (2002); Renacer (2003); Terraza de Verano, (2004); Umbral de Tolerancia, (2006); Los Subtítulos del Corsario, (2007); Las palabras del náufrago, (2007); El libro de las excusas: 2007; Erratas de Fe, (2007). Presente en Diversas antologías. Premios Literarios: “Poesía en el Corral” 2007, “Premio de Poesía Luys Santa Marina”2007, Certamen de Poesía “José María de los Santos”, 2006, Ciudad de Órgiva, 2006, “Carta Puebla”, 2006, “Certamen literario Benferri, 2006, Premio Internacional de Poesía “De las Dos Orillas”, Montevideo, 2007, Distinción “Salomé Ureña de Henríquez”, 2007, de la República Dominicana, en reconocimiento a su trayectoria e invalorable aporte a las letras. Medalla de oro, 2006 (Lima – Perú), por sus méritos literarios y de unión entre los pueblos hispánicos.