jueves, 27 de septiembre de 2007

ÉSTE ES MI SEGUNDO LIBRO. Se edita en diciembre de 2003, en Barcelona.
Prólogo AURORA VIVA Lina Zerón Como un espacio abierto al mundo, la poesía representa un territorio hecho de palabras, ritmos e imágenes que se manifiestan ardientemente a través de impulsos y vértigos. Muerte y resurrección de, energía vital que irrumpe para asomar al orbe, para fijarse en un espacio, en una dimensión justa, exacta. Por eso el tono, por eso el título del poemario de José Pinilla: Renacer. El volumen inicia con un poema denominado Ave fénix” y que como tal pretende renacer de las cenizas. Formalmente hablando, tres instancias conforman el poemario: “Orto”, “Cenit” y”Ocaso”. Tres maneras para expresar, y modificar, la relación del poeta con el mundo circundante, con el mundo interior, que se establece en ese transgredir y jugar con las palabras. José Pinilla sabe de antemano que su obra será, como el fruto, un amanecer con rostro, porque la palabra también puede ser una pintura del mundo, aunque en poesía el ritmo fija la emoción y la determina, puesto que el verso es más bien un complejo acto conceptual no el simple y directo contemplar de los objetos físicos. La acentuación, la cadencia, se consolida a través de la sonoridad, puesto que la palabra poética contiene un matiz emocional. Por eso adquiere relevancia, por eso alcanza ese entorno casi mágico, polisémico. Desgarraduras, pinceladas. Raigones luminosos que abren dimensiones, postulan enigmas, señales y vivencias. El sentimiento suspendido como escalones roncos de las sombras en la espuma del destino. Imágenes precisas, fecundas. Afectividad debatiéndose entre la libertad de ser y la aspiración de trascender. Dolor, placer, desamor. Todo sentimiento está más allá del lenguaje, del orden estético, incluso retórico. Renacer es la expresión de un ser humano. Y por lo mismo revela, traduce la expresión esencial de la vida. Lo que sigue es el Silencio. La diversidad de temas que aborda, los diferentes recursos que utiliza, incluyendo el soneto, destacan la conciencia lírica del autor. Así, José Pinilla se abre al universo de cosas que circundan a la vieja contraseña de la rutina, a la aurora plena, viva, con más agua que sueños. Por eso Renacer constituye el alba vivificada por la solidez de la palabra, del aire en el espejo. El sentimiento de afirmación prevalece a lo largo de estas páginas, sin olvidar la conmoción sensitiva. Tlanepantla, Estado de México., agosto de 2003.

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